"Una Caracas que hablaba de guerrilleros, de autopistas recién estrenadas, de puentes, plazas y parques. Que hablaba de democracia, de atentados, de suspensión de garantías, de allanamientos. De nueva Constitución"
(pág.37).
"Con desilusión observé que la casa de las rejas negras ya no era
la que me vio nacer: las ventanas que daban hacia el jardín, donde solíamos
jugar con Marco, habían sido tapiadas. Copas y libros era el nuevo paisaje que
se mostraba en un lugar donde ya no se podían escuchar el canto de los
grillos..."
(pág 37)
Y desde el
día de la boda, la casa de Mamá Fifita tenía sabor bolivariano: en la mesita de
la sala, el retrato de los novios con las sonrisas del brindis y, a sus pies,
la Chinita Gómez".
(pág 41)
(pág 37)
"...Hoy vi a papá más
cansado que nunca. Casi no quería contarme el episodio cuando lo hirieron el la
Guerra del Chaco... Y eso que le insistí..."
(pág 53)
"Iba de aquí para allá. Le
di un beso a papá en señal de agradecimiento. Pensé: “¡Es igual a Mamá Aby!”. Pero nunca había visto la foto de mi madre"
(pág 12).